sábado, 27 de marzo de 2021

Hogar


 No creas que te escribo con el corazón roto. No pienso en alto aunque a veces me descontrolo. No creas que por unos cuantos besos ya pierdo el foco. Y si, aunque a veces lloro y me equivoco, sé amar de tantas maneras como personas hay. Ya viví mil cuentos, y aunque me falte calle, a vos te falta casa, hogar, dolor del que duele de verdad. No creas que no me provocas, creeme, yo también tengo miedo de volverme a enamorar. Pero si algo aprendí, es a volar. Ya llore, ya reí, ya amé, ya odié, me amaron y me deje amar, a veces si, otras veces no. Ya me derrotaron, y yo ya derrote, a veces queriendo, otras veces sin querer. Así que no te creas que no voy a levantarme, algo se aprende de tanto caer. 
Me mostrarás mil cuentos, y yo voy a escuchar. Pero cuando todo se calle, y el silencio nos inunde, lo voy a abrazar, cómo abrazo mis oscuridades, sin uhirles, sin escaparles, con la cabeza hecha un quilombo y con el corazón embarullado, ahí voy a volver a oírme. Sentir, que si nos creemos la mentira de la vida misma porque no creer en lo demás? Si se trata de eso, sentir. Fluir, creer, llorar, reír, sentir.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario